Nací en Afganistán, un lugar donde las imágenes suelen expresar lo que las palabras no pueden. La fotografía se convirtió en mi manera de observar, documentar y comprender el mundo que me rodea. Trabajar junto a producciones cinematográficas me enseñó a buscar significado en los gestos cotidianos y a ver la belleza en la resiliencia.
Después de mudarme a Barcelona, comencé a desarrollar un enfoque más personal hacia la fotografía, uno que conecta la memoria, la identidad y los espacios entre culturas. La ciudad me ha dado la distancia para mirar atrás hacia mi pasado y la libertad para explorar nuevas perspectivas.
Mi trabajo se centra en las huellas que las personas dejan, en la fuerza silenciosa de quienes reconstruyen sus vidas y en los momentos de humanidad que perduran en contextos difíciles. A través de la fotografía, intento crear un diálogo entre el lugar del que vengo y el lugar en el que estoy ahora: un puente entre la memoria y la presencia.